domingo, 4 de enero de 2009

Amiga de la matanza(sobre Yoko Ono en Rock 'N Roll Circus)

Hace ya bastante tiempo, leí una reseña en la edición española de Rolling Stone sobre la edición de un material audiovisual que no llegó a estrenarse en la fecha prevista, y que había estado cogiendo polvo en algún cajón durante unas cuantas décadas. El susodicho no era ni más ni menos que Rock 'N Roll Circus, un programa ideado por Mick Jagger en el que - actuaciones circenses y demás parafernalia decadente aparte - actuaron, revueltos y todo risas, The Rolling Stones, The Who, Jethro Tull, Eric Clapton, Marianne Faithfull, John Lennon y Yoko Ono.

Me llamó la atención uno de los fotogramas que acompañaban a la reseña: Yoko Ono a la derecha, boca abierta, ojos cerrados y aire extasiado. Empecé a temer lo peor. Luego me fijé en el caballero que aparecía a su lado: violín al hombro, pura concentración, aspecto de músico de sesión y una mueca de horror bien visible, como si estuviera planteándose dejar la música por el asesinato selectivo. Me quedé con ganas de oir el motivo.

Hoy he encontrado el programa entero en YouTube, incluida la breve(pero intensa) actuación de la pequeña Yoko con la formación eventual The Dirty Mac. No sé con qué quedarme, si con los gestos de Lennon al violinista para que se deje llevar, el hecho de que ni Keith Richards(derecha, al bajo) ni Eric Clapton(izquierda, a la guitarra) osen levantar la vista del suelo por miedo a partirse la caja delante de las cámaras, las miradas de suspicacia del público protegido contra la lluvia o la edición subtitulada del usuario que ha colgado el fragmento en cuestión...

Y conste que no tengo nada en contra de Yoko Ono como persona y/o artista. Tengo algo en contra de su manera de pegar chillidos como cantante.

Amigo violinista, te acompañamos en el sentimiento. Probablemente no se te informó debidamente de a qué te exponías.

El Rock 'N Roll Circus entero:

viernes, 2 de enero de 2009

Roy Orbison - The Very Best Of Roy Orbison


Género: Rock 'n Roll
Año de publicación: 1996, la salida original de los temas entre 1956 y 1988.
Idioma: Inglés
Calidad: VBR

01. Only the lonely - vídeo
02. You got it
03. Pretty woman
04. In dreams - vídeo
05. Crying(ft. K.D. Lang)
06. Blue Angel
07. Working for the man
08. Running scared
09. She's a mistery to me
10. Blue Bayou
11. It's over
12. California blue - vídeo
13. Claudette
14. Mean woman blues
15. Ooby Dooby
16. Too soon to know
17. Falling
18. Dream baby(How long must I dream)
19. I drove all night
20. Pretty paper(Acoustic version)
21. Crying
22. Crying(Live)

"Que Roy Orbison no sea unicamente recordado por Pretty Woman, asociándose su eco con una escena azucarada de Julia Roberts y Richard Gere yendo alegremente de compras, que las dos versiones de Crying que he añadido(especialmente la última) sirvan para reconocer que es una canción incréible. Que se sepa que Roy es el pilar de muchos grupos posteriores. Que se adore la voz de Roy"

Un propósito de año nuevo como otro cualquiera.

jueves, 1 de enero de 2009

La princesa prometida o cómo reirse del relato principesco clásico

Se incorporó. La caída por el barranco lo había dejado maltrecho, pero sus huesos sobrevivieron al viaje sin fracturarse. La ayudó a levantarse.

—¿Westley? —dijo entonces Buttercup—. Antes de que me lanzara tras de ti, cuando todavía me encontraba en lo alto del barranco, te oí decir algo, pero no logré distinguir bien tus palabras.
—Lo he olvidado.
—Mentiroso.
Westley le sonrió y le dio un beso en la mejilla.
—No tiene importancia, créeme; a lo ido, olvido.
—No debemos comenzar con secretos.
Lo decía sentidamente. Westley lo adivinó, por eso repuso:
—Confía en mí.
—Confío. Pero repite tus palabras o tendré motivos para no hacerlo.
Westley suspiró.
—Lo que trataba de hacerte entender, dulce amada mía, lo que para ser más exacto te gritaba con todas las fuerzas que me quedaban era: «¡Hagas lo que hagas, quédate allí arriba! ¡No bajes, por favor!».
—No querías verme.
—Claro que quería verte. La cuestión era que no quería verte aquí abajo.
—¿Y por qué no?
—Porque ahora, preciosa mía, nos encontramos más o menos atrapados. No puedo salir de aquí y llevarte conmigo sin emplear casi todo el día. Lo más probable es que pudiera salir yo solo, en cuyo caso no tardaría todo el día, pero si añadimos tu bonito peso, seguramente no será factible.
—Tonterías; escalaste los Acantilados de la Locura, y este barranco no es ni la mitad de empinado.
—Permíteme que te diga que la escalada me dejó un poquitín exhausto. Y después de ese pequeño esfuerzo, me enfrenté con un tipo que sabía algo de esgrima. Y, a continuación, pasé unos momentos felices enzarzado en una lucha con un gigante. A continuación, me enfrenté con un siciliano en una lucha de ingenio que, afortunadamente, acabó con su muerte, pues el más mínimo error habría hundido en tu garganta aquel cuchillo. Y, después, he corrido durante un par de horas hasta quedarme sin aire en los pulmones. Y, después, me empujaron por un barranco de sesenta metros. Estoy cansado, Buttercup. ¿Comprendes lo que significa estar cansado? He estado toda la noche trabajando, a ver si te enteras.
—No soy ninguna tonta.
—Deja ya de alardear.
—Pues deja de ser grosero.
—¿Cuándo fue la última vez que leíste un libro? Di la verdad. No sirven los libros con ilustraciones..., me refiero a los que llevan letra impresa.

Buttercup se alejó de él.

William Goldman, La princesa prometida