miércoles, 7 de octubre de 2009

Taliban Gafapasta, Gurú Indiota: va por ustedes, señores


Creo necesario, tras unos días de tensa meditación, comentar un poco una referencia tan explícita como la cita de ToteKing(algún día averigüaré si debo escribirlo junto o separado) que puede leerse en la cabecera de este blog.

Normalmente, eso supondría afilar un poco la pluma, practicar un poco el género de opinión y, como no tengo censores(al menos no para los textos), desmembrar un par de cabezas con un sadismo más que justificado.

Pero creo que voy a pasar, por dos motivos: primero, porque que ya hice eso una vez con los emo(aunque la conclusión final no fue ni mucho menos "matadlos a todos") y la controversia(que en un fotolog ya son palabras mayores) me acabó repateando...Y segundo, porque el otro día, navegando por el que a este ritmo se convertirá en mi blog favorito junto con el del amigo Casciari, vi un texto que a continuación me limitaré a copiar palabra por palabra, con permiso expreso de su autora.


Ya sabéis. Para qué repetir. Además, no creo que este año nadie quiera cambiarme mi horario de estudios y trabajos. En serio. Y eso supone actualizar esto practicamente inconsciente.



Déjate de películas (publicado el 21 de septiembre de 2009)

Los americanos se piensan que todo lo que hacen en su país es la hostia y esta vez no se han equivocado, por mucho que pienses que han vuelto a mandarnos un grupo de mierda. Esta vez nos llega otro grupo indie pero es bueno aunque pienses que este tipo de música es una mierda. Tú sí que eres mierda. Tú y tu estúpido pensamiento de “es música de mierda porque no se trata de un grupo salido de un pueblo de Islandia de cuarenta personas como los que a mí, y sólo a mí –no al resto de la chusma- me gustan. Además, ya lo han escuchado mil personas antes que yo y no lo recomiendan en la Rockdelux.

A ti sí que te gusta la mierda.

A mí en cambio me gusta la música que vende miles de discos. No me gustan esos tipos bohemios, con camisas de cuadros, cantando gilipolleces que ni ellos entienden: “no voy a explicarte la letra de mi canción, es como si explicase un cuadro de arte contemporáneo. Sí, si dices que mi arte es una mierda y que TÚ también puedes hacerlo pues ponte a hacerlo.”

No, gracias. Por lo visto se me ocurren más formas de perder el tiempo que a ti.

A mí en el fondo me flipa Vetusta Morla, me gustan mucho los primeros discos que sacó Pereza, me gusta Andrés Calamaro bastante, amo a Enrique Bunbury, he bailado canciones de Spice Girls. ¿Y por qué hice todo esto? Para sobrevivir.

Ese tipo de música, que tú definirías como mierda, me ha salvado la vida.

Cuando era pequeña y buscaba referentes musicales, me tocó vivir el Wannabe y éxito de las Spice Girls. En primaria, una compañera de clase se traía el radiocassette y nos marcábamos unos temazos en el recreo. Bailábamos y atraíamos, a nuestra manera, a los niños de 9 años que sólo estaban preocupados en jugar al fútbol. Yo, como era morena con flequillo, era la sustituta de la que hacía de Spice Pija, que por entonces se llamaba Victoria Adams, así que sólo me tocaba mover el brazo (if you wanna be my lover you gotta, you gotta, you gotta) cuando mi amiga faltaba a clase para ir al ortodoncista. Así hice amigas en la más tierna infancia. Amigas que por supuesto estuvieron ahí cuando me vino la regla –de hecho fui la primera de la clase a la que le vino la regla y a la que le crecieron las tetas. Me acuerdo que yo lloraba mucho porque mis compañeros de cuarto de primaria se reían de mi sujetador de la talla 90 y mi hermana mayor me decía que no me preocupara, que cuando fuera mayor agradecería ESA DEFORMIDAD.

Y bueno, mientras me marcaba los temazos de las Spice Girls en mi colegio de monjas, en casa mi hermana mayor me taladraba con música de Los Rodríguez todo el día. Me acabó gustando la canción de Sin Documentos porque la tocaban en la verbena de mi pueblo y cuando tenía catorce años me bebí dos tragos de kalimotxo, me emborraché y allí di mi primer beso a un macarra que lo único que tenía en la vida eran granos y una moto.

Cuando los Rodríguez se separaron, empecé a seguir la carrera de Andrés Calamaro en solitario. Empecé a escuchar el Honestidad Brutal, son 37 canciones de desamor, maldita sea, la mujer de Calamaro se había largado con otro y él estaba en la mierda. Yo empecé a escuchar ese disco a los 11 años y no entendía nada. Sin embargo, cuando a los quince años mi novio me dejó por otra que sí aceptaba follar con él, comprendí gracias a ese disco lo que era el desamor y el tener que aprender a rehacer mi vida después de ese fracaso sentimental tan estrepitoso.

Y después fui probando un poco de todo: probé la cerveza, los botellines, las cañas, las claras, la cerveza con vodka, el sexo oral, el sexo hasta el final, el sexo sin condón, el vermú de grifo, el vermú de grifo rebajado con ginebra, el tabaco, los porros, la cocaína, las canciones de Enrique Bunbury, Pereza, Vetusta Morla e incluso un día fui a un concierto de Chayanne.

Y ahora, estoy aquí. Viva. Con un montón de amigos y amigas, ningún enemigo, una larga lista de amantes, de hombres que me han querido de verdad, un padre que me paga todos los caprichos que tengo, una carrera universitaria, un buen trabajo, follo cuando quiero ─y cuando no quiero también─ y ceno caliente todas las noches.

¿Acaso tú podrías decir lo mismo? ¿Acaso la música islandesa-alternativa-maniacodepresiva esa que escuchas te hace sentir bien? No me jodas. Los dos sabemos que no.

Te iría mucho mejor si hicieras como yo. Escucha a The Films. Es un grupo que ya arrasa de forma frenética en Japón, pronto lo harán en España y después lo harán en tu ipod de última generación si entras en razón.

Escuchando Oh, Scorpio, disco delicioso donde los haya, tengo la sensación de no estar malgastando mi valioso tiempo, –el valioso tiempo que me sobra al llevar una vida jodidamente feliz y dichosa– con este grupo tan genial ya que hacen música buena y fácil de tararear. La canción de Holiday es muy pegadiza, aunque te joda. Así a bote pronto podría decir que The Films hacen música parecida a Mando Diao, The Libertines, The Strokes, Arctic Monkeys y todos esos grupos que TÚ calificarías como mierda comercial porque no tienes ni puta idea. De hecho no has tenido los cojones de sentarte a escucharlos. A mí me hace feliz escuchar una y otra vez las canciones de Holiday y God Bless Your Heart una y otra vez y tú no tienes ni puta idea de lo que es la felicidad porque vives en una espiral de autodestrucción y música finlandesa. Eso sí, en cuanto la música que escuchas se haga famosa, dejarás de escucharla inmediatamente.

En otoño The Films darán conciertos por aquí y se la pasarán en furgonetas destartaladas, hoteles asquerosos y comida basura. Sí, el maravilloso mundo de tocar cada noche en una ciudad distinta de Europa que seguramente no sepan ubicar en el mapa, cuando conviertes un fregadero lleno de mierda en una lavadora, donde una lata de cerveza es un desayuno. Y tú no irás a sus conciertos porque eres mejor que toda esta música comercial y prefieres ir a conciertos de grupos que no conoce ni su puta madre donde no hay más de 10 personas en el público. Que sepas que en los conciertos de los grupos comerciales como Shakira, Vetusta Morla, Pereza, Coldplay y Miguel Bosé hay unas mil personas –tirando por lo bajo− dispuestas a pasárselo genial después del concierto mientras que después de tu concierto elitista de mierda te irás solo a casa como siempre o, como mucho, te quedarás hablando con una pareja en la puerta sobre lo mal que estuvo el concierto porque no tocaron esa versión de la versión de la versión de la canción estona que tanto te gusta escuchar en tu vinilo. Porque, casi se me olvida, que sepas que se sigue escuchando mejor en un ipod con unos buenos altavoces que en el vinilo destartalado de tu abuelo, por mucho que te empeñes ahora en recuperar los vinilos y decir que “suena mejor que el digital”.

Esta y otras muchas entradas que merecen la pena, en:

http://letspretendweweredrunk.wordpress.com/


4 comentarios:

Ainhoa letspretend dijo...

por qué es gilipollas?

Sturm dijo...

Mhhh, bastante me ha ecargado ya poniéndolo(me hicieron prometer que no diría nada) como para explicarlo. Digamso que es una valoración mas allá de lo que opino de su música, sin acritud.

De hecho creo que lo borraré, en realidad no pinta nada ahi. Gracias por el permiso :)

Rizomantico dijo...

Pelea de pijos.
Si realmente importara el disfrute no haría falta elaborar toda una épica burguesa e ir al choque, no?
Que vivan arvo part y el chiquilicuatre.
Le pese a quien le pese.

Anónimo dijo...

Sólo espero no cruzarme nunca en la vida con semejante gilipollas. ¿¿Como se puede tener tanta mierda en la cabeza y ENCIMA exhibirlo??

Zorra. Puta. Perra.

No voy a su cochino blog a decírselo porque sería de mal gusto y eso, lo comento aquí si no importa, ahora que no nos oye