martes, 20 de mayo de 2008

Una cita con Elvis(Extracto)


[…]

- ¡Elvis corre por mis venas!
-
¿Está vivo en tus células?
- Está buscando su traje de lentejuelas en las mitocondrias. Creo que las usa como trastero.
- ¿Cómo eran tus padres?

- Desde luego no eran como Elvis (risas). Bueno, supongo que lo primero que tendría que decir es que mis padres eran muy mayores cuando me tuvieron. Nunca se lo llegué a preguntar, pero con toda probabilidad, fui un accidente de sábado noche, cóctel aburrido y excitación marital con sabor a una menopausia cercana. No es culpa de nadie, supongo. Y supongo que no consiguieron entenderme desde que entré en la adolescencia y…Empezó. Verás, supongo que…Ellos tenían una serie de referencias por las cuales eran unos buenos padres si su hijo encajaba dentro de cierto tipo de persona, ¿sabes? En caso de que no fuera así, se hallaban completamente perdidos dentro de su propio sistema de valores. Supongo que no fue culpa suya. Simplemente, un embarazo inesperado puede provocar resultados inesperados, ¿no?

- ¿No estás resentido de ninguna forma?-

- En el fondo no. Sé que podrían haber intentado comprenderme mejor, pero ellos eran así, y terminé por aceptarlo. Durante un tiempo, creí que los odiaba, pero al final acepté que, simplemente, no me gustaba su forma de ser ni de pensar respecto al mundo. La gente como yo, como un adjetivo malsonante, no existía para ellos, no existía en aquel perfecto mundo de paseos por el centro.

-¿Y cómo te lo planteas hoy en día?

- No puedo obviar el hecho de que son mis padres…Supongo.

-Bueno, hablemos ahora de ese traje que llevas. ¿Dónde lo conseguiste?

[…]




1 comentario:

samsara dijo...

Pusilanismo crónico..

(me gustaría terminar de leer el Principito algún día, si eso)